Dos supuestos socialistas que acabaron con los principios de izquierda de su partido
Está bien claro que este PSOE le teme mas a PODEMOS que a las políticas de austeridad y los problemas de los ciudadanos. Después de pegarse al partido mas corrupto de la historia, de coincidir con el PP en el modelo de la España Una, Grande y Libre que heredamos del 78, después de priorizar a Cs en cualquier pacto o acuerdo despreciando a Iglesias y las políticas del cambio, no queda otra opción que situarlo en el halo de las derechas de este país y sus aliados.
Diera la impresión que al igual que González acabo con el carácter marxista del partido, Sánchez y su nueva dirección están empecinados en acabar con su halo de partido de izquierda para convertirlo en un centro derecha que se alinea con las políticas de austeridad, la oligarquía financiera y se ofrece para ser un buen gestor de las mismas.
Este secretario general no ha sabido mostrar ninguna de sus supuestas capacidades en lo que a la praxis política se refiere. A pesar de haber contado con el mayor apoyo posible dentro de su partido (las bases), este dirigente siempre ha aparecido acomplejado ante los históricos, los barones y sus pretensiones. Su indefinición permanente, sus virajes ideológicos constantes, nos presentan a un Sánchez miedoso, manipulable y sin ninguna capacidad de análisis político. De las declaraciones de que los "poderes fácticos" no permitieron su acercamiento a Iglesias, de hablar de plurinacionalidad sin saber ni de que hablaba, de hablar de sacar a Rajoy de la Moncloa como ha manifestado miles de veces a convertirse en su mejor aliado ante el 155 y la defensa de la unidad de una España que ya no representa a la mayoría de los españoles. No entiendo como se puede pasar de un extremo a otro con esa facilidad asombrosa que caracteriza a este "transitorio" secretario general al que ya no se si llamar socialista.
Poco queda de la cultura histórica antifranquista, del socialismo real que un día representó el PSOE, de las voces de miles y miles de republicanos socialistas que perdieron su vida por construir y defender la república de la que hoy se mofa este partido lleno de dinosaurios oportunistas que se niegan a "bajar de un burro" que les ha permitido el estatus de corbata del que hoy disfrutan.
Esperemos al menos, tengan la dignidad de explicar estas renuncias allá en los perdidos pueblos de la Andalucía profunda, donde aún se mantienen las fotos en las agrupaciones de Pablo Iglesias (fundador del PSOE y la UGT) como un símbolo de las luchas de transformación.
Pero desde mi punto de vista, ni González ni este acomplejado Pedro Sánchez van a poder acabar con la izquierda y con el cambio en este país.
Un saludo.